jueves, 10 de septiembre de 2009

LOS PELIGROS DEL SECTARISMO

¿EL SECUESTRO DE UN AVIÓN O DE UN PAÍS?
(09 de septiembre de 2009)

Los mexicanos, que viven con temor ante la inseguridad y la crisis económica, ahora han enfrentado la amenaza del terrorismo: no el terrorismo islámico ni el terrorismo de las mafias sino un terrorismo mucho menos vigilado e igualmente peligroso: el terrorismo de las sectas que se han infiltrado en el país.

El secuestro de un avión comercial en el mismo Aeropuerto de la Ciudad de México por parte de una persona desequilibrada que resultó ser un extranjero y "pastor" de una secta evangélica, no es un hecho aislado ni una situación extraordinaria.
México, que nació a la vida independiente como una nación que compartía costumbres y creencias religiosas comunes, hoy tiene que ver a sus familias divididas (o defraudadas) por sectas cuya ideología maduró principalmente en Estados Unidos y que hoy cuentan con recursos materiales ilimitados para convertir a millones de personas desesperadas o ignorantes en Latinoamérica y Europa Oriental, principalmente.
La mayoría de las sectas atacan la cultura nacional de una u otra forma, fomentando división y conflictos. Una de las mas importantes y poderosas, cuyos seguidores propagan sus enseñanzas tocando de puerta en puerta, promueve abiertamente el odio contra los símbolos patrios, fomenta entre sus miembros el no-cumplimiento de las obligaciones militares y ha incitado a la corrupción al alentarlos a sobornar oficiales para la liberación de sus cartillas. Sus acciones de penetración extranjera se escudan bajo formas no-religiosas (venta de publicaciones), las cuales les han servido para tener a su cargo un emporio millonario al servicio de sus líderes en Nueva York.
Otras, principalmente dentro del medio evangélico, se valen de la religión para imponernos doctrinas políticas favorables al sionismo y al expansionismo norteamericano, doctrinas provenientes del "Israelismo Británico" y del "Destino Manifiesto", que tantas calamidades e infamias han causado a nuestra patria.
También existen grupos religiosos que lucran con la desesperación y dolor del pueblo para convertir a los asuntos de fe en meros asuntos de negocio vendiendo falsos milagros.
Las sectas, cuentan ahora con canales de televisión y medios electrónicos de gran alcance que les permiten difundir sus ideas y ofrecer un jugoso "producto" entre los incautos.
Para colmo de males, también existen sectas sangrientas que practican sacrificios animales contrarios a toda ética y hasta el crimen ritual, cosa que ha sido reportada en los medios en numerosas ocasiones.
Como nacionalistas, no nos oponemos a la tolerancia religiosa, ya que es un valor necesario para la convivencia de los pueblos. Sin embargo, no podemos aceptar que grupos externos y ajenos a la nación busquen, con fines políticos, dividir a las familias y alentar a la desobediencia y al odio contra la patria y las tradiciones nacionales.
Esta es la herencia del juarismo, que con el objetivo de imponer su sistema liberal y capitalista al servicio de Estados Unidos, fomentó la llegada de las sectas por primera vez en la historia después de siglos de unidad religiosa.
Condenamos la apatía y desinterés de las autoridades, que permiten estas prácticas abusivas so pretexto de la "libertad religiosa". Una cosa es la libertad religiosa, y otra muy distinta es que se permita a grupos completamente minoritarios y con base en el extranjero, operar medios masivos de propaganda para atraer a los mexicanos, que desde hace 500 años generalmente comparten la misma fe y tradiciones. Ellos permiten a extranjeros, como el citado secuestrador de aviones, residir y propagar sus disparatadas creencias entre los mexicanos. Las consecuencias son evidentes.
También resulta indignante la actitud de los grandes magnates de la comunicación, así como los dueños de estadios y grandes recintos, los cuales por dinero permiten a estos grupos operar utilizando sus instalaciones y recursos.
Hoy solo el pueblo puede defenderse a si mismo ante los ataques sectarios. para este efecto es necesario alentar a familiares y amigos a estar alertas ante las sectas, a prepararse y documentarse sobre ellas.
Como ciudadanos, es nuestro derecho exigir al Estado una actuación mas estricta en relación al tipo de personas que ingresan para residir en México (sobre todo aquellos que desempeñan actividades religiosas).
También es fundamental influenciar a los grandes medios de comunicación con el objetivo de que no sigan permitiendo a estos defraudadores operar con sus recursos. Como nacionalistas, es nuestro deber hacer campaña informativa frente a las amenazas de las sectas.
!No a la penetración ideológica extranjera!
!No al sectarismo y a los abusos religiosos!
Comité de Prensa de Voluntad Nacional

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