lunes, 19 de octubre de 2009

EL GOLPE A LUZ Y FUERZA DEL CENTRO


POPULISMO DE DERECHAS


18 de octubre de 2009

La medida del gobierno federal que decreta la supresión de la Compañía de Luz y Fuerza ha sido motivo de reacciones encontradas dentro del medio político y, aunque para muchos sea difícil admitirlo, ha contado con el apoyo de un segmento importante de la población mexicana, que aplaudió la decisión gubernamental debido al mal servicio, la ineficiencia y la falta de modernización en los procedimientos de dicha empresa paraestatal.

Ante la opinión pública y en parte gracias a la masiva campaña de adoctrinamiento mediático ejercido por las grandes televisoras, el Presidente de la República aparece como un héroe decidido a acabar con la ineficiencia, los privilegios sindicales y el mal servicio en las empresas del gobierno.

Sin embargo, el grueso de la población parece no tomar en cuenta el hecho de que existen sectores nacionales mucho más afectados por los abusos de los sindicales y la ineficiencia, como es el el caso de la educación, el cual no ha sido tocado (y de hecho ha sido favorecido) por la presente administración. Esto es porque dicha administración debe en gran medida su cuestionada "victoria" electoral de 2006 al apoyo clientelar del liderazgo del SNTE.

Algunos semanarios políticos publicaron recientemente que el golpe dado al SME podría tener como objetivo el facilitar la futura concesión a particulares (ligados al gobierno actual) de la red de fibra óptica como antesala de una futura privatización del sistema eléctrico. No hay que olvidar que el SME ha sido un sindicato de izquierda y opuesto al partido gobernante, que se ha movilizado en varias ocasiones contra sus políticas privatizadoras y que ganó prestaciones y apoyos económicos que la inmensa mayoría de los trabajadores mexicanos no tienen.

No hay que perder la cabeza y unirse al coro de los medios de comunicación. En México, el Estado antinacional se empeñará en dejar a los trabajadores mexicanos con seis días de vacaciones al año (a diferencia de los países respetables del orbe que tienen por lo menos un mes), laborando seis días a la semana (en vez de cinco como en las naciones respetables del orbe) bajo condiciones contractuales precarias y salarios miserables.

La idea es hacer de México (y del resto de América Latina) un espacio bajo control estadounidense con mano de obra barata. Cuanto mas bajos sean los salarios y el nivel de vida en México, mas conveniente será para ellos, pues podrán competir con la China comunista (que cuenta con una legión de "esclavos" modernos al servicio de las maquiladoras).

El riezgo ahora es que la izquierda comunista busque incitar al pueblo a la violencia. Ha llegado la hora de que las masas sindicales se concienticen y detecten a los falsos "mesías" que pululan en la política nacional. La lucha no es contra la nación ni contra los empresarios que han construido un patrimonio de manera legítima. La "lucha de clases" solo causará mas derrotas para el pueblo trabajador, pues dará pie a medidas como la que tomó el gobierno federal para suprimir Luz y Fuerza del Centro.

Estamos ante un gobierno federal populista, pero de derechas. Se hace necesario crear alianzas con los empresarios progresistas y patriotas para contrarrestar a los grandes oligarcas antinacionales, formar un gran frente en defensa del trabajo justo y en contra de los enemigos de la nación, por la eficiencia y la productividad.
¡Por un nuevo sindicalismo nacionalista!
¡No a la venta de los recursos nacionales!